

La Congregación de las Hermanas de Jesús Misericordioso representa uno de los frutos más significativos del mensaje de la Divina Misericordia revelado a Santa Faustina Kowalska.
Esta comunidad religiosa, dedicada especialmente a continuar la obra iniciada por Santa Faustina, ha desempeñado un papel fundamental en la difusión del culto a la Divina Misericordia en todo el mundo.
Este artículo explora su historia, espiritualidad y misión contemporánea.
Historia de la fundación de la Congregación
La Congregación de las Hermanas de Jesús Misericordioso tiene sus raíces en las revelaciones recibidas por Santa Faustina Kowalska (1905-1938), quien documentó en su “Diario” el deseo expresado por Jesús de fundar una nueva congregación dedicada a proclamar la misericordia divina. En su entrada del 2 de enero de 1934, Santa Faustina escribió: “Vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. […] Me dijo: ‘Deseo que haya tal Congregación'”.
Sin embargo, la fundación formal de la congregación no ocurrió durante la vida de Santa Faustina. Fue tras su fallecimiento en 1938 cuando su confesor y director espiritual, el Padre Miguel Sopoćko, comenzó a trabajar para materializar este deseo divino.
El proceso de fundación atravesó momentos difíciles, particularmente durante la Segunda Guerra Mundial. En 1941, en plena ocupación nazi de Polonia, el Padre Sopoćko inició la formación del primer grupo de seis mujeres en Vilna (actual Vilnius, Lituania), quienes se convertirían en el núcleo fundacional de la congregación.
Estas primeras hermanas, lideradas por Jadwiga Osińska y Izabela Naborowska, comenzaron a vivir en comunidad y a practicar la regla religiosa redactada por el Padre Sopoćko.
La aprobación eclesiástica llegó gradualmente. El 2 de agosto de 1955, el Obispo de Gorzów, Teodor Bensch, otorgó la aprobación diocesana a la congregación, estableciendo la casa madre en Myślibórz, Polonia. La comunidad recibió el reconocimiento pontificio décadas más tarde, confirmando su lugar oficial entre las familias religiosas de la Iglesia Católica.
El Beato Miguel Sopoćko y su papel como fundador
El Beato Miguel Sopoćko (1888-1975) ocupa un lugar esencial en la historia de la Congregación como su fundador efectivo y arquitecto espiritual. Sacerdote de profunda formación teológica y profesor del Seminario de Vilna, el Padre Sopoćko conoció a Santa Faustina en 1933 cuando fue asignado como su confesor.
Inicialmente escéptico ante las revelaciones místicas de la religiosa, el Padre Sopoćko realizó un meticuloso examen teológico del mensaje de la Divina Misericordia. Su rigor intelectual le llevó eventualmente a convertirse en un convencido promotor de esta devoción, comprendiendo su importancia para los tiempos modernos.
Tras la muerte de Santa Faustina, el Padre Sopoćko se dedicó incansablemente a tres tareas principales:
- La difusión teológica del mensaje de la Divina Misericordia, sobre el cual escribió numerosos tratados teológicos.
- La promoción de la imagen de Jesús Misericordioso, tal como había sido descrita por Santa Faustina.
- La fundación de la Congregación de las Hermanas de Jesús Misericordioso, para dar continuidad al carisma específico recibido por Santa Faustina.
Durante los años de persecución religiosa bajo el régimen comunista en Polonia, el Padre Sopoćko sufrió diversas dificultades, incluyendo períodos de arresto. Sin embargo, nunca abandonó su misión, proporcionando guía constante a las hermanas hasta su fallecimiento en 1975.
El Padre Miguel Sopoćko fue beatificado el 28 de septiembre de 2008 en Białystok, Polonia, reconociendo así su santidad de vida y su papel providencial en la propagación del mensaje de la Divina Misericordia.
Espiritualidad y carisma de la Congregación
La espiritualidad de las Hermanas de Jesús Misericordioso está centrada en la contemplación y proclamación del misterio de la misericordia divina, revelado plenamente en Jesucristo. Su carisma específico puede comprenderse a través de tres dimensiones fundamentales:
Dimensión contemplativa
Las hermanas dedican tiempo sustancial a la oración contemplativa, especialmente ante el Santísimo Sacramento, meditando sobre los atributos divinos de la misericordia. La Hora de la Misericordia (3:00 p.m.), conmemorando la hora de la muerte de Cristo, constituye un momento privilegiado de oración diaria para la comunidad.
Dimensión apostólica
Siguiendo las indicaciones recibidas por Santa Faustina, las hermanas se comprometen a:
- Proclamar la verdad revelada sobre la misericordia divina
- Implorar la misericordia de Dios para el mundo entero
- Practicar obras de misericordia según sus posibilidades y estado religioso
- Inspirar a los fieles a confiar en la misericordia de Dios
Dimensión sacrificial
Las hermanas ofrecen sus oraciones, trabajos y sufrimientos como sacrificio por la conversión de los pecadores, especialmente aquellos que han perdido la esperanza en la misericordia divina.
La regla de vida de la Congregación, elaborada por el Beato Miguel Sopoćko, incorpora elementos de la espiritualidad ignaciana y dominicana, adaptados al carisma específico de la misericordia. Las constituciones de la Congregación subrayan que cada hermana debe convertirse en una “viva imagen de la misericordia” a través de su consagración y testimonio.
La formación espiritual de las hermanas incluye un estudio profundo del “Diario” de Santa Faustina y de las obras teológicas del Padre Sopoćko sobre la misericordia divina, además de la tradicional formación en teología católica y vida religiosa.
La misión actual de las Hermanas en el mundo
En la actualidad, la Congregación de las Hermanas de Jesús Misericordioso desarrolla su misión en diversos países, adaptando su apostolado a las necesidades contemporáneas mientras mantiene fidelidad a su carisma original. Sus principales áreas de servicio incluyen:
Apostolado espiritual
- Administración de santuarios y centros de espiritualidad dedicados a la Divina Misericordia
- Organización de retiros y jornadas de formación sobre la espiritualidad de la misericordia
- Promoción de la devoción a la Divina Misericordia a través de publicaciones, medios digitales y eventos
- Acompañamiento espiritual a personas que buscan profundizar en esta devoción
Obras de misericordia
- Atención a enfermos en hospitales y centros médicos
- Cuidado de ancianos y personas con necesidades especiales
- Trabajo educativo con niños y jóvenes, especialmente aquellos en situaciones vulnerables
- Asistencia a personas en situaciones de marginación social
Colaboración eclesial
- Trabajo pastoral en parroquias
- Participación en programas diocesanos de evangelización
- Cooperación con otras congregaciones y movimientos dedicados a la misericordia
- Apoyo a la formación de sacerdotes y religiosos
Actualmente, la Congregación tiene presencia en diversos países incluyendo Polonia, Alemania, Italia, Francia, Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil, y varias naciones de África y Asia. Cada fundación adapta su apostolado a las necesidades locales mientras mantiene la unidad del carisma central.
En respuesta a los desafíos del mundo contemporáneo, las hermanas han desarrollado también iniciativas específicas como:
- Programas de reconciliación en zonas de conflicto
- Acompañamiento a personas traumatizadas por violencia o abuso
- Centros de acogida para madres en dificultad
- Apostolado digital para llegar a quienes buscan significado y esperanza en el entorno virtual
Santuarios de la Divina Misericordia administrados por la Congregación
Las Hermanas de Jesús Misericordioso administran varios santuarios y centros de peregrinación dedicados específicamente a la Divina Misericordia.
Estos lugares sagrados constituyen focos de espiritualidad donde los fieles pueden experimentar de manera especial el mensaje de la misericordia divina. Entre los principales destacan:
Santuario en Myślibórz, Polonia
Ubicado en la casa madre de la Congregación, este santuario es particularmente significativo por albergar las tumbas de las primeras miembras de la comunidad, incluyendo a Jadwiga Osińska e Izabela Naborowska. El santuario incluye una capilla donde se venera una imagen de Jesús Misericordioso y se mantiene adoración perpetua al Santísimo Sacramento.
Centro de Espiritualidad de la Divina Misericordia en Zakopane, Polonia
Situado en la pintoresca región montañosa del sur de Polonia, este centro ofrece retiros espirituales centrados en la misericordia divina. Su ubicación favorece la contemplación y el recogimiento en un entorno natural de gran belleza.
Santuario en Białystok, Polonia
Este santuario tiene especial relación con el Beato Miguel Sopoćko, quien vivió sus últimos años en esta ciudad. El complejo incluye un museo dedicado al fundador y espacios para la formación espiritual de peregrinos y visitantes.
Centros internacionales
En cada país donde la Congregación tiene presencia significativa, las hermanas han establecido centros de devoción que, aunque no todos tienen el estatus canónico de santuario, funcionan como espacios privilegiados para la difusión del mensaje de la Divina Misericordia.
Estos santuarios se caracterizan por ofrecer:
- Celebración diaria de la Eucaristía
- Rezo de la Coronilla de la Divina Misericordia a las 3:00 p.m.
- Sacramento de la Reconciliación con amplia disponibilidad
- Conferencias y talleres sobre la espiritualidad de la misericordia
- Atención personalizada a peregrinos con necesidades especiales
- Celebraciones solemnes en las fiestas relacionadas con la Divina Misericordia
Especial importancia reviste la celebración del Domingo de la Divina Misericordia (segundo domingo de Pascua), instituido por San Juan Pablo II en el año 2000, fecha en que los santuarios reciben un número particularmente elevado de peregrinos.
Cómo colaborar con la misión de las Hermanas
La Congregación de las Hermanas de Jesús Misericordioso ofrece diversas posibilidades para que los laicos y otros miembros de la Iglesia puedan colaborar en su misión de difundir el mensaje de la Divina Misericordia. Entre estas formas de colaboración destacan:
Asociación de Apóstoles de la Divina Misericordia
Esta asociación agrupa a laicos comprometidos que, sin abandonar su estado de vida, desean vivir la espiritualidad de la misericordia según las enseñanzas de Santa Faustina y el Beato Miguel Sopoćko. Los miembros:
- Reciben formación regular sobre esta espiritualidad
- Participan en encuentros de oración organizados por las hermanas
- Se comprometen a vivir la actitud de confianza y misericordia en su vida cotidiana
- Colaboran en las obras apostólicas según sus posibilidades
Voluntariado en obras de misericordia
Las hermanas coordinan programas de voluntariado en sus diferentes casas y apostolados, donde personas de todas las edades pueden ofrecer su tiempo y habilidades para:
- Atención a enfermos y ancianos
- Programas educativos para niños y jóvenes
- Organización de eventos y peregrinaciones
- Tareas administrativas y de mantenimiento
Apoyo espiritual
Los amigos de la Congregación pueden colaborar mediante:
- Oración por las intenciones de la comunidad y su apostolado
- Participación en cadenas de oración por necesidades específicas
- Difusión de la devoción a la Divina Misericordia en sus ambientes
Apoyo material
Como toda comunidad religiosa, las Hermanas de Jesús Misericordioso dependen en parte de la generosidad de los fieles para:
- Mantenimiento de santuarios y centros de espiritualidad
- Formación de nuevas vocaciones
- Desarrollo de proyectos sociales
- Publicación de materiales formativos y devocionales
Promoción vocacional
Una forma especial de colaboración consiste en la promoción de vocaciones para la Congregación, mediante:
- Oración por las vocaciones a la vida consagrada
- Presentación del carisma a jóvenes en busca de su vocación
- Acompañamiento inicial a posibles candidatas
La Congregación ofrece periódicamente retiros de discernimiento vocacional y experiencias de convivencia para jóvenes que deseen conocer más directamente su vida y misión.
Para quienes desean una vinculación más formal pero no pueden abrazar la vida religiosa, existe también la posibilidad de consagración como miembros laicos asociados, quienes asumen compromisos específicos según un estatuto propio, manteniendo su condición secular.
La Congregación de las Hermanas de Jesús Misericordioso continúa hoy su misión con renovado vigor, consciente de la actualidad del mensaje de la Divina Misericordia para el mundo contemporáneo.
Como señaló San Juan Pablo II en su encíclica “Dives in Misericordia”: “El mundo de los hombres puede hacerse cada vez más humano, únicamente si introducimos en el ámbito pluriforme de las relaciones humanas y sociales, junto con la justicia, el ‘amor misericordioso'”.
En este espíritu, las Hermanas de Jesús Misericordioso representan un testimonio vivo de que la misericordia no es solo un atributo divino a venerar, sino una actitud existencial a cultivar y un programa de vida para transformar el mundo según el corazón de Dios.