Skip to content
Corazon Devoto

Gloria al Padre: Oración Completa (Doxología Menor y Significado)

abril 19, 2025

“Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…”

Estas palabras, que tal vez hemos pronunciado miles de veces, resuenan en iglesias, conventos y hogares católicos alrededor del mundo cada día. El Gloria al Padre, también conocido como “Doxología Menor” o “Gloria Patri”, es una de esas oraciones que por su brevedad podríamos pasar por alto, pero que contiene en sus pocas líneas la esencia misma de nuestra fe católica: la alabanza a la Santísima Trinidad.

Como católico practicante, recuerdo cómo durante años recité esta oración casi mecánicamente al final de cada salmo o decena del rosario. Fue sólo cuando atravesé una etapa de profundización espiritual cuando descubrí el tesoro escondido en estas palabras aparentemente sencillas. Desde entonces, cada Gloria al Padre se ha convertido para mí en una oportunidad de sumergirme en el misterio de Dios Uno y Trino.

En este artículo, exploraremos juntos qué es exactamente el Gloria al Padre, su texto completo en diferentes idiomas, su origen histórico, su profundo significado teológico y cómo podemos incorporarlo más conscientemente en nuestra vida de oración diaria para enriquecer nuestra relación con la Santísima Trinidad.

Indice

Texto completo del Gloria al Padre

En español

“Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.”

En latín (Gloria Patri)

“Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in sæcula sæculorum. Amen.”

En inglés

“Glory be to the Father, and to the Son, and to the Holy Spirit. As it was in the beginning, is now, and ever shall be, world without end. Amen.”

Versión alternativa en español (menos común)

“Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.”

Esta breve pero poderosa oración está estructurada en dos partes perfectamente diferenciadas:

  1. Primera parte: Una alabanza directa a las tres Personas de la Santísima Trinidad.
  2. Segunda parte: Una afirmación de la eternidad de Dios, reconociendo su inmutabilidad a través del tiempo.

Origen histórico del Gloria al Padre

El Gloria al Padre tiene raíces que se remontan a los primeros siglos del cristianismo, surgiendo como respuesta a las controversias cristológicas y trinitarias que sacudieron a la Iglesia primitiva.

Fundamentos bíblicos

Aunque el Gloria al Padre como fórmula exacta no aparece en las Escrituras, está fundamentado en varios pasajes bíblicos:

  • La fórmula bautismal de Mateo 28,19: “Bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.
  • Las bendiciones trinitarias de San Pablo, como en 2 Corintios 13,13: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros”.
  • Las doxologías presentes en las epístolas paulinas y en el Apocalipsis, que atribuyen gloria a Dios.

Desarrollo histórico

  • Siglos II-III: Aparecen las primeras fórmulas doxológicas trinitarias entre los cristianos como actos de fe frente a las herejías gnósticas que negaban la divinidad de Cristo.
  • Siglo IV: Durante la crisis arriana (que negaba la divinidad de Cristo), el Gloria Patri se consolidó como una afirmación de fe en la igualdad de las tres Personas divinas. El Concilio de Nicea (325 d.C.) fue crucial para definir esta igualdad esencial.
  • Concilio de Vaison (529 d.C.): Se estableció oficialmente el uso del Gloria Patri al final de cada salmo en la liturgia occidental, práctica que ya era común en Oriente.
  • Regla de San Benito (siglo VI): San Benito incorporó el Gloria Patri en la recitación monástica de los salmos, contribuyendo enormemente a su difusión en la espiritualidad occidental.
  • Edad Media: La doxología menor se estableció firmemente en la Liturgia de las Horas y en diversas devociones populares como el Rosario.

Un acto de resistencia y fe

Es fascinante observar cómo esta breve oración surgió como un verdadero acto de resistencia espiritual en tiempos de confusión doctrinal. Los fieles utilizaron el Gloria Patri como una declaración pública de fe en la Santísima Trinidad cuando esta verdad estaba siendo cuestionada. Esta dimensión “confesante” de la oración nos recuerda que incluso hoy, al recitarla, nos unimos a una tradición milenaria de afirmación de nuestra fe trinitaria.

Significado teológico del Gloria al Padre

El Gloria al Padre, pese a su brevedad, es teológicamente denso y profundo. Analicemos frase por frase:

“Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo”

Esta primera parte constituye un acto de adoración dirigido explícitamente a cada Persona de la Trinidad, reconociendo:

  • La distinción real entre las tres Personas divinas: Al nombrar a cada una separadamente (“al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo”), afirmamos que Padre, Hijo y Espíritu Santo no son simplemente “modos” o “manifestaciones” de un mismo Dios, sino tres Personas realmente distintas.
  • La igualdad entre las Personas: Al atribuir la misma gloria a las tres, confesamos su igual dignidad y naturaleza divina, contradiciendo herejías como el arrianismo (que negaba la divinidad de Cristo) o el macedonianismo (que negaba la divinidad del Espíritu Santo).
  • La unidad de Dios: Al dirigir una única glorificación a las tres Personas, afirmamos que, aunque distintas, constituyen un solo Dios.

Las conjunciones “y… y…” tienen un profundo significado teológico, pues enfatizan tanto la distinción como la unión inseparable de las tres Personas divinas.

“Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos”

Esta segunda parte es una afirmación de la eternidad e inmutabilidad de Dios:

  • “Como era en el principio”: Reconoce que la Trinidad existe desde toda la eternidad, antes de la creación. No hubo un momento en que el Padre existiera sin el Hijo o sin el Espíritu Santo.
  • “Ahora”: Afirma la presencia actual y operante de la Trinidad en el mundo y en nuestras vidas.
  • “Siempre”: Proyecta esta realidad hacia el futuro indefinido.
  • “Por los siglos de los siglos”: Expresión semítica que indica la eternidad absoluta, trascendiendo toda limitación temporal.

Esta progresión temporal (pasado, presente y futuro) no implica cambio en Dios mismo, sino que afirma precisamente lo contrario: que Dios permanece inmutable en su ser trinitario a través de todo el tiempo.

Dimensión soteriológica

El Gloria Patri también tiene una dimensión salvífica implícita: al glorificar a la Trinidad, reconocemos el plan de salvación en el que:

  • El Padre es el origen y fuente del plan salvífico
  • El Hijo es el ejecutor de la redención
  • El Espíritu Santo es quien aplica y perfecciona esta salvación en nosotros

De este modo, cada vez que recitamos el Gloria al Padre, estamos haciendo una síntesis de toda la historia de la salvación.

El Gloria al Padre en la liturgia y las devociones católicas

Esta breve doxología está profundamente integrada en la vida litúrgica y devocional de la Iglesia:

En la Liturgia de las Horas

El Gloria Patri se recita:

  • Al final de cada salmo
  • Al concluir cada cántico del Antiguo o Nuevo Testamento
  • En las responsories después de las lecturas
  • En la conclusión del Invitatorio que abre la oración diaria

Este uso repetitivo no es vana repetición, sino que convierte cada elemento de la oración oficial de la Iglesia en una alabanza trinitaria, recordándonos que toda oración se dirige ultimadamente a Dios Uno y Trino.

En el Santo Rosario

Se reza el Gloria al Padre:

  • Al final de cada decena, después del Padre Nuestro y las diez Avemarías
  • En algunas tradiciones, también al inicio del Rosario, tras el Credo

El Beato Bartolo Longo, gran promotor del Rosario, señalaba que el Gloria Patri convierte el Rosario (centrado principalmente en Cristo y María) en una oración plenamente trinitaria, reconociendo que María siempre nos lleva a la Trinidad.

En otras devociones populares

  • Coronilla de la Divina Misericordia: Se reza un Gloria al inicio de la devoción.
  • Vía Crucis: Muchas versiones incluyen un Gloria después de cada estación.
  • Ángelus: Se concluye con un Gloria.
  • Oración de la mañana y de la noche: Tradicionalmente incorporan el Gloria al Padre.

En la Santa Misa

Aunque el Gloria al Padre como tal no aparece explícitamente en la estructura de la Misa, su contenido teológico está presente en numerosas doxologías litúrgicas, especialmente:

  • En la conclusión de las oraciones colectas: “Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos”.
  • En la doxología final de la Plegaria Eucarística: “Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos”.

Cómo rezar el Gloria al Padre con mayor devoción

Para que el Gloria al Padre no se convierta en una fórmula rutinaria sino en una auténtica experiencia de encuentro con la Trinidad, podemos aplicar algunas prácticas:

Gestos corporales

La tradición católica siempre ha reconocido la importancia del cuerpo en la oración. Algunos gestos tradicionales asociados con el Gloria Patri incluyen:

  1. La inclinación de cabeza: Especialmente durante la primera parte, como signo de reverencia ante la Trinidad. Esta práctica es común en comunidades monásticas durante la Liturgia de las Horas.
  2. La señal de la cruz: En algunas tradiciones, especialmente orientales, se hace la señal de la cruz mientras se recita el Gloria al Padre.
  3. Postura de pie: En la liturgia solemne, el Gloria Patri se recita frecuentemente de pie, como postura de respeto y alabanza.

Meditación consciente

Para profundizar en esta oración:

  1. Recítala lentamente, haciendo una breve pausa después de nombrar a cada Persona divina, visualizando su presencia y acogiendo su amor particular.
  2. Personaliza la relación con cada Persona:
    • Al decir “Gloria al Padre”, contempla su paternidad y providencia en tu vida.
    • Al decir “y al Hijo”, recuerda el rostro concreto de Dios en Jesús y su sacrificio redentor.
    • Al decir “y al Espíritu Santo”, siente su presencia santificadora en tu interior.
  3. En la segunda parte, piensa en la fidelidad de Dios a lo largo de la historia de salvación y en tu propia historia personal.
  4. Concluye con un “Amén” consciente, que selle tu adhesión a esta profesión de fe trinitaria.

Aplicación práctica en la vida diaria

El Gloria al Padre puede convertirse en un recurso espiritual para diferentes momentos:

  1. Como jaculatoria en momentos de tentación, recordando que pertenecemos completamente a la Trinidad.
  2. Como acción de gracias espontánea al recibir una bendición o experimentar la presencia de Dios.
  3. Como ofrenda del día, recitándolo al despertar para consagrar la jornada a la Trinidad.
  4. Como acto reparador, cuando escuchamos blasfemias o mal uso del nombre de Dios.
  5. Como puente entre actividades, para santificar las transiciones de nuestro día.

En mi propia experiencia, recitar un Gloria al Padre consciente antes de una reunión importante o decisión difícil me ayuda a recordar que todo debe ser hecho para la gloria de Dios y bajo su providencia.

Variantes y tradiciones en torno al Gloria al Padre

Versión ortodoxa oriental

La Iglesia Ortodoxa utiliza una variante que refleja su énfasis en la monarquía del Padre:

“Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.”

En algunas tradiciones orientales, se añade:

“Gloria a Ti, Dios nuestro, gloria a Ti.”

El “Gloria Trinidad”

En España y Latinoamérica existe una variante popular llamada “Gloria Trinidad” o “Gloria”, que se utiliza especialmente en el rezo del Rosario:

“Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Tres personas distintas y un solo Dios verdadero.”

Esta versión, aunque no es litúrgica, subraya pedagógicamente el misterio de la Trinidad.

Añadidos devocionales

En algunas tradiciones piadosas, especialmente durante el rezo del Rosario, se añaden jaculatorias después del Gloria Patri:

  • “María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos del enemigo malo y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.”
  • “Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.”

El Gloria en diferentes contextos culturales

  • En comunidades hispanas: El Gloria suele rezarse con particular énfasis en las celebraciones patronales y procesiones, a menudo cantado.
  • En la tradición monástica: Se recita con inclinación profunda y un ritmo pausado, marcando las cesuras del verso.
  • En comunidades carismáticas: A veces se prolonga con alabanzas espontáneas a la Trinidad.
  • En devociones familiares: En muchos hogares católicos tradicionales, el Gloria al Padre concluye las oraciones antes de las comidas o al final del día.

Aspectos catequéticos: enseñando el Gloria al Padre

Como padres, catequistas o educadores católicos, podemos utilizar el Gloria al Padre como una herramienta catequética valiosa:

Para niños pequeños (4-7 años)

  1. Método visual: Utilizar los dedos para contar las tres Personas divinas, levantando un dedo por cada nombre.
  2. Analogías sencillas: Comparar a la Trinidad con una familia donde cada miembro es diferente pero forman una unidad de amor.
  3. Gestos asociados: Enseñarles a hacer una pequeña reverencia o inclinación al recitar la primera parte.
  4. Canciones infantiles: Existen versiones musicales del Gloria al Padre especialmente adaptadas para niños.

Para niños mayores y adolescentes (8-15 años)

  1. Conexión histórica: Explicarles cómo los primeros cristianos utilizaban esta oración para defender su fe.
  2. Ejercicios de reflexión: Invitarles a pensar cómo se relacionan personalmente con cada Persona de la Trinidad.
  3. Análisis del texto: Examinar cada frase y descubrir su significado teológico adaptado a su nivel.
  4. Aplicaciones prácticas: Sugerir momentos del día en que pueden recitar esta oración con una intención particular.

Para adultos en formación

  1. Estudio bíblico: Explorar los fundamentos escriturísticos de la doxología trinitaria.
  2. Perspectiva patrística: Conocer cómo los Padres de la Iglesia utilizaban y explicaban esta oración.
  3. Dimensión ecuménica: Comparar con doxologías de otras tradiciones cristianas.
  4. Aplicación espiritual: Desarrollar un plan personal para incorporar el Gloria al Padre como elemento de crecimiento espiritual.

Preguntas frecuentes sobre el Gloria al Padre

¿Cuál es la diferencia entre la “Doxología Menor” (Gloria al Padre) y la “Doxología Mayor” (Gloria in excelsis Deo)?

La Doxología Menor (Gloria Patri) es la breve fórmula “Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…” que estamos analizando en este artículo. Por su parte, la Doxología Mayor (Gloria in excelsis Deo) es el himno litúrgico más extenso que comienza con “Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor…” y que se canta o recita durante la Misa en domingos y solemnidades. La principal diferencia radica no solo en su extensión sino en su uso: mientras la Doxología Menor se utiliza como conclusión de salmos y en devociones, la Mayor constituye un himno independiente y solemne dentro de la liturgia eucarística.

¿Por qué es importante inclinarse durante el Gloria al Padre?

La inclinación de cabeza durante el Gloria Patri es una tradición que simboliza nuestra reverencia ante la majestad divina. Este gesto corporal nos ayuda a interiorizar la actitud de adoración que expresamos verbalmente. No es obligatorio para los fieles laicos en todas las circunstancias, pero sí es una práctica recomendada en la tradición espiritual católica, especialmente en contextos litúrgicos como la Liturgia de las Horas. Los monjes benedictinos, por ejemplo, hacen una “inclinación profunda” (inclinando la parte superior del cuerpo) durante el Gloria Patri, subrayando así la importancia de esta alabanza trinitaria.

¿Cuándo debo rezar el Gloria al Padre fuera de las devociones establecidas?

El Gloria al Padre, por su brevedad y profundidad, es ideal para muchos momentos de nuestra vida cotidiana:

  1. Al iniciar el día, como consagración de la jornada a la Trinidad.
  2. En momentos de gratitud, como respuesta espontánea a las bendiciones recibidas.
  3. En momentos de tentación, como afirmación de nuestra pertenencia a Dios.
  4. Ante la belleza de la creación, reconociendo al Creador.
  5. En tiempos de confusión o duda, para anclar nuestra fe en la verdad fundamental de la Trinidad.
  6. Al concluir otras oraciones personales, como sello trinitario de nuestra comunicación con Dios.

¿Existen indulgencias asociadas al rezo del Gloria al Padre?

Históricamente, la Iglesia ha concedido indulgencias parciales por el rezo devoto del Gloria Patri. Según el Manual de Indulgencias actual (Enchiridion Indulgentiarum, 4ª edición, 1999), se concede una indulgencia parcial al fiel que “en el cumplimiento de sus obligaciones y en el seguimiento de su vida, se encomienda piadosamente a Dios con fórmulas aprobadas (como el Gloria al Padre)”. No existe una indulgencia específica solo por rezar el Gloria al Padre aisladamente, pero forma parte de muchas prácticas devotas indulgenciadas, como el Rosario o la Liturgia de las Horas.

¿Se puede modificar el texto del Gloria al Padre para hacerlo más inclusivo?

La Iglesia recomienda mantener las fórmulas litúrgicas y devotas en su forma aprobada. El lenguaje teológico del Gloria al Padre refleja la revelación bíblica sobre la Trinidad, donde las Personas divinas se han dado a conocer como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Estos términos no se refieren a género en sentido humano sino a relaciones dentro de la Trinidad. La Iglesia nos invita a comprender estas realidades dentro de su contexto teológico propio, manteniendo el lenguaje tradicional que expresa con precisión las verdades reveladas sobre Dios Uno y Trino.

Testimonios y reflexiones personales sobre el Gloria al Padre

Como en toda oración, el impacto del Gloria al Padre en la vida espiritual va mucho más allá de su análisis teológico. Permíteme compartir algunas experiencias que ejemplifican su poder transformador:

Testimonios de santos

  • San Juan Pablo II comentaba: “El Gloria al Padre nos recuerda constantemente que toda nuestra vida cristiana es trinitaria, desde el bautismo hasta la eternidad”.
  • Santa Teresa de Ávila escribió en su autobiografía cómo experimentaba una especial consolación al recitar esta doxología, percibiendo interiormente la distinción de las tres Personas divinas.
  • San Alfonso María de Ligorio recomendaba: “Cuando recitéis el Gloria Patri, imaginad que estáis ante el trono de la Santísima Trinidad, acompañados por la Virgen María y todos los santos y ángeles”.

Experiencias contemporáneas

A lo largo de mi ministerio catequético, he recogido numerosos testimonios sobre el impacto del Gloria al Padre:

  • María, una madre de familia numerosa, compartía: “El Gloria al Padre se ha convertido en mi ancla en medio del caos diario. Cuando todo parece desmoronarse, esas palabras me recuerdan que Dios está en control, ayer, hoy y siempre”.
  • Carlos, un ejecutivo: “Empecé a recitar tres Gloria al iniciar mi jornada laboral. Ha cambiado mi perspectiva, ayudándome a ver mi trabajo como una oportunidad para glorificar a Dios”.
  • Elena, una joven universitaria: “En momentos de ansiedad antes de los exámenes, el Gloria al Padre me centra y me recuerda que mi valor no depende de mis logros académicos sino de ser hija de Dios”.
  • Padre Roberto, capellán hospitalario: “He acompañado a muchos moribundos con esta oración. El Gloria al Padre les recuerda que están pasando del tiempo a la eternidad, donde la Trinidad les espera”.

Reflexión personal

En mi propio camino de fe, el Gloria al Padre ha sido una oración que ha ido madurando con los años. Recuerdo que de niño la recitaba casi por inercia al final del rosario familiar. Durante mi adolescencia, pasé por una etapa de cuestionamiento donde las palabras parecían vacías y difíciles de conectar con mi experiencia.

Fue tras una profunda crisis personal, cuando redescubrí el Gloria al Padre como un ancla. En un retiro espiritual, un sacerdote nos invitó a pasar cinco minutos completos meditando en cada palabra de esta breve oración. Ese ejercicio transformó mi comprensión: ya no era una fórmula rutinaria sino un acto consciente de adoración y entrega.

Hoy, cuando recito el Gloria al Padre al final de un salmo o del rosario, procuro hacer una breve pausa interior para ser consciente de que estoy dirigiéndome realmente a las tres Personas divinas que habitan en mí por la gracia y que me invitan a una relación personal transformadora.

Para profundizar: Recursos adicionales sobre el Gloria al Padre

Si deseas conocer más sobre esta oración trinitaria fundamental, te recomiendo estos recursos:

Documentos de la Iglesia

  • Catecismo de la Iglesia Católica: Los números 232-267 profundizan en el misterio de la Trinidad, fundamento teológico del Gloria al Padre.
  • Instrucción General de la Liturgia de las Horas: Explica el significado y uso litúrgico del Gloria Patri en la oración oficial de la Iglesia.
  • Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia (2001): Ofrece orientaciones sobre el lugar de las doxologías en la devoción de los fieles.

Libros recomendados

  • “La Trinidad: Misterio de Salvación” de Luis F. Ladaria, SJ. Profundiza en la teología trinitaria que sustenta el Gloria al Padre.
  • “Historia de las Fórmulas de Fe en la Iglesia Antigua” de J.N.D. Kelly. Incluye un interesante análisis del desarrollo histórico de las doxologías.
  • “La Liturgia de las Horas explicada” de Enrique Benavent. Dedica un capítulo al sentido del Gloria Patri en la oración litúrgica.

Recursos audiovisuales

  • “El Gloria Patri cantado en gregoriano”: Existen numerosas grabaciones disponibles online que ayudan a apreciar la belleza de esta oración en su forma cantada tradicional.
  • “La Trinidad explicada”: Serie de conferencias del P. Robert Barron que ayudan a profundizar en el misterio trinitario que celebramos en el Gloria al Padre.

Prácticas espirituales

  • Técnica del reloj trinitario: Práctica devocional que consiste en recitar tres Gloria al Padre al escuchar cada hora del reloj, santificando así el tiempo.
  • Novena trinitaria: Nueve días de reflexión sobre los atributos de cada Persona divina, concluyendo cada meditación con un Gloria al Padre.

Conclusión: El Gloria al Padre como síntesis de nuestra fe

El Gloria al Padre, en sus escasas treinta palabras, contiene la esencia misma del cristianismo: la adoración a un Dios que es comunión de Personas, que permanece fiel a lo largo de la historia y que nos invita a participar de su vida divina.

Cada vez que pronunciamos esta doxología, nos unimos a la alabanza eterna que resuena en el cielo. Como nos recuerda el libro del Apocalipsis, toda la historia se dirige hacia ese momento definitivo en que la creación entera glorificará a Dios: “Al que está sentado en el trono y al Cordero, la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos” (Ap 5,13).

Te invito a redescubrir el Gloria al Padre en tu vida de oración. No lo recites como una fórmula más, sino como una profesión consciente de fe en el misterio central del cristianismo. Que cada Gloria al Padre sea una pequeña pausa de eternidad en medio de tu vida cotidiana, un momento en que te detienes para reconocer y adorar al Dios que es Padre amoroso, Hijo redentor y Espíritu vivificante.

Como expresó bellamente San Agustín: “Si ves la caridad, ves la Trinidad”, porque en el fondo, el misterio trinitario que celebramos en el Gloria al Padre es el misterio del Amor perfectamente dado y recibido. Y a ese Amor estamos todos invitados.

Oración final

Concluyamos con una oración que expande el Gloria al Padre:

Dios Padre, creador y origen de todo bien; Dios Hijo, redentor y rostro humano del amor divino; Dios Espíritu Santo, consolador y santificador de nuestras almas: A Ti la alabanza, el honor y la gloria, como era en el principio de los tiempos, es ahora en nuestro presente, y será siempre en la eternidad. Que toda nuestra vida sea un continuo Gloria al Padre, hasta que podamos cantarlo perfectamente en tu presencia celestial. Amén.

Click to rate this post!
[Total: 0 Average: 0]